domingo, 16 de mayo de 2021

Sandbox



SANDBOX 

Si volviéramos a ojear los periódicos de hace 10 años, en las noticias económicas  seguro nos encontraríamos informaciones sobre desempleo, pensiones, deuda y déficit… por desgracia vigentes. Actualmente, podemos encontrar algún otro tema impensable en aquella época, totalmente novedoso, como el que nos ocupa hoy.

Tema, que considero es un hecho muy relevante en la vida del sistema bancario y financiero, el denominado ¨Sandbox Financiero¨. Me parece muy significativo, que entidades tan conservadoras y tradicionales como la Banca, decidan tomar posiciones y ¨oficializar¨ la conveniencia y necesidad de integrar en su vida las nuevas tecnologías. Y por supuesto, es una forma de poder competir con las Fintech (prestan servicios financieros a través de la tecnología) y con los Neobancos (aplicaciones móviles, sin oficinas). Bancos, fintech y neobancos, están condenados a colaborar y a entenderse. Y no olvidemos a las Insurtech.

Sandbox, traducido ¨caja de arena¨ o ¨arenero¨, es un término adoptado y adaptado por el sistema financiero, cómo sandbox regulatorio o sandbox fintech, para definir a un espacio de innovación amparado por una especie de paraguas regulatorio. Hace referencia a un espacio de experimentación donde testar con clientes reales, proyectos innovadores y beneficiosos para el mercado y los consumidores y/o usuarios.

Puede decirse que es ¨un banco de pruebas¨, para desarrollo de proyectos que determinen nuevos modelos de negocio, que todavía no están regulados ni normalizados por las instituciones supervisoras. Recientemente se ha cerrado la primera ventana para presentar proyectos al nuevo sandbox regulatorio español. Esta posibilidad estaba destinada al mundo fintech y neobancos.

Resaltar que no es un tema exclusivo del sistema financiero, en otros campos cómo los de informática y ciberseguridad, también se utiliza esta técnica para proteger los sistemas de ataques malware, más conocido con sandboxing.

Centrándonos en el sandbox financiero, se pretende desarrollar proyectos basados en tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, el blockchain, el IoT (internet de las cosas), con la finalidad de implementar nuevos modelos de negocio innovadores y disruptivos, que sin duda generaran nuevas formas de relación entre el cliente y la entidad.

En mi opinión, lo que se pretende es equilibrar o acompasar el desarrollo de nuevos productos y servicios, con el cumplimiento de las regulaciones financieras y sin menoscabar los derechos de los consumidores. Y por supuesto conocer y aprender por parte de todos los agentes intervinientes, bancos, organismos reguladores… las nuevas tecnologías y cómo implantarlas en el sistema. Una herramienta clave para que las autoridades supervisoras conozcan el nuevo entorno digital.

En Reino Unido se lleva cuatro años con estas prácticas. ¿Cómo está en España? El pasado 14 de noviembre se publicó en el BOE, la Ley 7/2020 (de 13 de noviembre) sobre ¨La transformación digital del sistema financiero¨. Conocida como la Ley Sandbox, según su texto, ¨supone un importante avance en el marco regulatorio de la innovación financiera con la intención de coordinar las necesidades de innovación y desarrollo del sector con las actividades supervisoras y la protección de los clientes, mediante la creación de un espacio controlado de pruebas¨.

Las principales entidades Santander, BBVA, Caixa, Bankia y Sabadell se han acogido a la fase de selección de iniciativas en el campo de pruebas aprobado por el gobierno. Son proyectos elegibles para el entorno sandbox, aquellos que a juicio de las autoridades supervisoras, aporten un alto potencial de valor añadido sobre los usos y técnicas existentes y que se encuentren en fases avanzadas para una rápida prueba. IberCaja y la Fintech Pensumo, también han firmado convenio de colaboración.

Por otra parte, no podemos olvidar que todavía existe un colectivo de usuarios que se quejan que las entidades orienten al cliente a los cajeros automáticos y la banca online para aquellas operaciones ¨mecánicas¨. La tendencia es dejar la atención en oficina, para las operaciones que requiera atención personalizada, aquella que aporte valor añadido tanto para el cliente como para la entidad.

En varias ocasiones he pensado en la necesidad de renovación, de reinvención del sistema financiero… aquí tenemos un paso. Sería deseable garantizar y asegurar que la transformación digital no afecte en modo alguno al nivel de protección de los consumidores de servicios financieros y a la integridad de los mercados.Y la pregunta básica, ¿Qué beneficio aportará a los consumidores y usuarios?


Miguel Angel OTIN LLORO

Publicado en DIARIO DEL ALTOARAGÓN "Altoaragón Económico" (16-05-2021)











                                                                                                                                                                    

 


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