LA MOCHILA AUSTRIACA
Tranquilos,
no voy a referirme a la mochila de Pablo Iglesias, ni a su comentario al
recibir la cartera de Diputado en Cortes, según el cual a la próxima vez se
entregarán mochilas. Voy a referirme a
la “mochila austriaca”.
Austria,
con su “modelo austriaco” es desde
hace unos años un referente en materia de empleo. Y una de las medidas reconocidas en Europa entre las “mejores prácticas” en tema de
Relaciones Laborales es su “mochila austriaca”, uno de los elementos más llamativos del
citado modelo.
En España, el legislador ha estipulado una indemnización a favor del trabajador de 20 días de salario por año de servicio trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Variables como salario y antigüedad, aunque con distintos multiplicadores y límites, se siguen a la hora de fijar las indemnizaciones por despido improcedente, por terminación de contratos temporales, etc.
No he pretendido comparar los contextos de Austria y de España, que eran y son distintos. No obstante, la realidad es que el porcentaje de desempleo en Austria es el 5% y del 23% en España, y el porcentaje de trabajadores con contrato temporal en Austria el 9% (sólo se utiliza en casos muy concretos) y en España el 24%
No
pretendo entrar en debate, y si es o no aplicable a España. Simplemente, voy a
intentar explicar su significado y funcionamiento.
¿Qué
es la “mochila austriaca”?
Es un “modelo indemnizatorio”. Se podría
decir que es como un pequeño plan de pensiones que podemos rescatar en
caso de despido. Básicamente, es un fondo de capitalización
para trabajadores que se mantiene a lo largo de toda la vida laboral y que
puede hacerse efectivo en caso de despido (en forma de indemnización), de
movilidad geográfica y/o en el momento de la jubilación. Si el trabajador
cambia de empresa se lleva consigo ese fondo. El modelo establece que la empresa
provísiona una parte del despido,
aportándolo a un fondo individual de cada trabajador, que se incrementa con las
rentabilidades logradas con la inversión del capital. Complementa los
contratos, sin diferenciar entre fijos y temporales
En
Austria, cada trabajador cuenta con un sistema individual de indemnización
por despido, la citada mochila. Cada
mes, el empresario aporta un porcentaje (1,53%) del salario bruto del
empleado a ese fondo. No obstante, ese dinero no simplemente se acumula,
sino que se trata de un fondo gestionado por una Entidad con inversiones en
búsqueda de rendimientos, estando
garantizados los fondos al 100% por el Estado. Cada austriaco sabe en todo momento a cuánto asciende su ahorro, su
fondo, su mochila.
¿Cómo
funciona la mochila austriaca?
El elemento más importante del modelo es que
realmente es 'su mochila”, puesto que es un fondo
nominativo, tiene el nombre y apellidos
del trabajador, es suyo. Si no es despedido y llega a los 65 años con la
mochila intacta, tendrá un complemento muy interesante para su jubilación. Y si
es despedido o decide irse de la empresa
por las causas que sean, bien para reorientar su carrera o decide emprender y hacerse autónomo, también podrá llevarse su mochila
con él y utilizar ése dinero para lo que considere. Actualmente en España, en
caso de baja voluntaria no tiene derecho a indemnización
Lo
fundamental es que ese dinero es para y del trabajador. Como resumen, si
es despedido, su mochila es su
indemnización, siendo compatible
con la prestación por desempleo. Si cambia de trabajo, su mochila va
con él y si decide crear una empresa o
trabajar por cuenta propia, puede disponer de ese capital. Al jubilarse puede
usarse como complemento a la pensión y, en caso de fallecimiento es heredable.
Indudablemente, tanto la mochila austríaca
como el contrato único, conformarían un nuevo marco del mercado laboral
planteando un escenario con nuevas propuestas, La implantación de este modelo
requiere un cambio importante en la mentalidad tanto de las empresas como de
los trabajadores, pasando de un modelo de “un trabajo para toda la
vida” a uno en el que la flexibilidad del mercado laboral es la base para
una economía más productiva y competitiva, pero sin por ello descuidar
la protección al empleado. Y lógicamente con sus ventajas e inconvenientes.
Veamos algunas de ellas:
Ventajas:
Se favorece la
contratación: La mochila
austriaca elimina la incertidumbre de los costes futuros de una contratación,
una de las barreras más habituales a la hora de ampliar plantilla en una empresa
Se eliminan los contratos temporales: En Austria,
funcionan principalmente los “contratos únicos y fijos”. Esto significa que
prácticamente todos los trabajadores son fijos. Esto tiene una repercusión
directa tanto en la remuneración como en la productividad, ya que tanto la
empresa como el empleado están interesados en que su relación sea fructífera,
puesto que la temporalidad no es beneficiosa ni para la empresa ni para el
trabajador
No existe límite a la indemnización: Actualmente, en
caso de despido, un trabajador recibe 20 días de salario por año trabajado.
Estos límites no existen en el caso de la mochila austríaca, por lo que la
indemnización es mucho mayor a medida que avanza nuestra vida laboral
Se incentiva la productividad: Con el sistema
español, a la hora de despedir a un empleado no solo se siguen criterios de
productividad o de idoneidad, sino también de ahorro. Cabe pensar que se
prescinde del trabajador que supone un menor coste de despido. Eso es malo
tanto para la empresa, que pierde trabajadores cualificados, como para el
trabajador que no encuentra motivación para hacer mejor su trabajo. La mochila implica, que a la hora de amortizar puestos
de trabajo, las empresas no tengan que valorar a qué empleados despedir en función
del coste que les va a representar
Un mercado más flexible: No sólo para las empresas,
sino también para el trabajador, que sabe que su indemnización se va con él al
cambiar de empleo, y no se ve condicionado u obligado a seguir en su trabajo
actual por no perder los derechos adquiridos.
Inconvenientes:
Aumenta los costes laborales: El hecho de que sea el
empresario quien deba aportar un porcentaje del salario bruto a la mochila,
hace aumentar los costes salariales de la empresa, con la posibilidad de que se
reduzcan los salarios en la misma medida. Sin embargo, hay que matizar que
las empresas ya incurren en gastos similares para disponer de una
previsión de capital en caso de tener que despedir a un empleado
Elimina las trabas al despido:
Este es el inconveniente más claro. Si despedir le sale gratis al empresario,
aumenta la inestabilidad laboral, ya que puede ajustar su plantilla cuando
quiera, sin coste alguno
¿La mochila austriaca es salario?: No es
salario que se cobre cada mes, pero sí una retribución que, como hemos visto
antes, recuperaremos en algún momento de nuestra vida laboral, ya a modo de
indemnización por despido o al llegar nuestra jubilación.
Evidentemente, son más las ventajas que los inconvenientes,
y son varias las voces que ven como positivo este modelo, tanto por su repercusión
en la vida laboral, como posible complemento del Sistema Público de Pensiones,
no obstante también se reconocen dificultades en base a dos obstáculos casi
insalvables: el aumento de costes del empresario y la renuncia a la
indemnización por despido por parte del trabajador.
Miguel Angel
OTIN LLOR0
Publicado en DIARIO DEL ALTOARAGON - "Suplemento Económico" 10-02-2016