EMPRENDIMIENTO SOCIAL
Emprendimiento social: otra forma de hacer las cosas
*14-08-2017
Creó un banco que concedía pequeños préstamos, pero su objetivo no era prestar dinero. El Banco Grameen había nacido en Bangladesh para erradicar la pobreza. Si ahora te preguntase cuál es el objetivo prioritario de tu empresa, ¿qué me dirías? Seguramente, “aumentar los ingresos”. Es la respuesta más común, pero lo cierto es que el rendimiento económico no es la única vara de medir en los negocios. Para el emprendimiento social ser rentable y mejorar el mundo en el que vivimos son compatibles.
“El éxito en una empresa tradicional normalmente no tiene nada que ver con creer en las personas. Eso solo se hace cuando quieres cambiar el mundo, cuando lo que buscas es una empresa social”. Esa frase sale de boca de Mohamed Yunus, el Premio Nobel de la Paz conocido como el “banquero de los pobres”. Su Banco Grameen concede microcréditos a personas con escasos recursos económicos, que no pueden obtener financiación en las entidades de siempre.
Una empresa social no es una ONG
Muchas de las compañías que tomamos como referentes, las que cotizan en bolsa y nos sorprenden en los periódicos con cifras desorbitantes, ganan más y más a toda costa. Explotación de recursos naturales, deslocalización, sueldos ínfimos… Parece que el granito de arena social corresponde solo a las ONG y las fundaciones.
Entonces, ¿qué es exactamente el emprendimiento social?
Los emprendedores sociales son aquellos que deciden crear un negocio para mejorar la sociedad en la que vivimos. Se trata de empresas que trabajan para hacer el mundo más justo o para buscar soluciones a problemas que habitualmente quedan fuera del mercado.
Dicho así te puede sonar algo utópico. Pero es tan simple como dar un giro al modelo tradicional. El emprendimiento social cambia la forma en la que se ha concebido el mundo de los negocios hasta ahora. No es fácil de explicar, aunque la Comisión Europea apunta que una empresa social es la que cumple con estas tres características:
- Su misión social es prioritaria. Nacen con el objetivo de mejorar la sociedad en un aspecto determinado. Esto las diferencia de las compañías con una responsabilidad social corporativa bien asentada, ya que en este tipo de negocios el objetivo principal continua siendo el incremento de los ingresos.
- Son sostenibles económicamente y reinvierten sus beneficios en la causa social por la que luchan. Es decir, que se financian a sí mismas, al contrario que las ONG y las fundaciones, donde la mayor parte del capital es externo.
- Cuentan con un modelo de gobernanza corporativa democrático e inclusivo, que refleja la misión social de la empresa. Esto supone también un cambio en la gestión de los negocios.
¿Por qué crear una empresa social?
Puede que el caso de Yunus te parezca lejano, pero hay emprendedores como él en todos los ámbitos y lugares del mundo. María Almazán creó Latitude para reformular el sector de la moda; Auara nació para llevar agua potable a las zonas del planeta que más la necesitan; Koiki promueve el transporte sostenible con el objetivo de reducir las emisiones de CO2… Son solo tres ejemplos de marcas españolas que se han decidido a apostar por este tipo de emprendimiento.
Crear una empresa social puede ser una buena opción para ti si…
- Quieres solucionar un problema y hacer de este mundo un lugar más justo.
- Necesitas vivir de algo que te apasione, pero piensas que no todo es dinero.
- Prefieres disponer de capital propio para conseguir tu causa, antes que depender de subvenciones y ayudas públicas.
- Buscas que tus valores y tu trabajo estén en la misma sintonía.
¿Te animas a cambiar las cosas?
Fuente: elEconomista infoatónomos Autora: Nuria Molina (10-08-2017)
Programa de Emprendimiento Social en Aragón
*22-06-2016
#EMPRENDEDORES, Plazo de inscripción, hasta el día 30 de Junio del 2016.
Se trata de un programa de apoyo a las iniciativas emprendedoras en el ámbito social de Aragón. Está promovido por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) junto al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) y en colaboración con entidades adheridas a la Fundación Emprender en Aragón.
Los participantes en el programa de Emprendimiento Social tendrán acceso a:
- Formación en gestión del proyecto emprendedor.
- Formación especializada.
- Tutorización del plan de empresa.
- plan de financiación y asesoramiento económico-financiero.
- Comunicación y difusión el proyecto emprendedor.
El plazo para solicitar la participación en el programa acaba el 30 de junio de 2016, comenzando el programa en septiembre.
Para mayor información: Programa de Emprendimiento Social de Aragón Emprende.
¿Qué es el Emprendimiento Social?
*22-03-2016 (1º post)
Para nosotros, el emprendimiento social es la fusión entre una solución innovadora a un problema de desarrollo socio-económico y una estrategia sostenible con impacto medido.
De la misma manera, la Fundación Ashoka define un emprendedor social como una persona con soluciones innovadoras a los problemas más graves en sus comunidades. Son ambiciosos y persistentes, atacando serios problemas de desarrollo social, cultural y económico. Un emprendedor social no espera a que el gobierno o el sector privado llegue a solucionar un problema social, sino buscan cambiarlo ellos mismos, liderando el cambio en sus comunidades.
Según varias páginas en la red, el emprendimiento social no encaja en el paradigma de las empresas públicas del sector estatal ni en el de las empresas privadas del sector capitalista ni el de las organizaciones no gubernamentales (ONGs). Es cierto que el emprendimiento social es un concepto que no se ha podido definir objetiva y estáticamente, pero quiza esto sea para lo mejor.
Sin embargo, lo que sí podemos concluir con certeza es que tomando dos palabras que comprende este concepto, se puede definir como un emprendimiento o una iniciativa que tiene fines sociales en naturaleza.
Nosotros le agregamos un factor adicional a esta percepción: que los fines de un emprendimiento no sean solo “sociales” pero que también tengan como objetivo el “desarrollo” social.
Ahora, te preguntarás como esto se distingue de emprendimientos lucrativos y de lo que se le llama el “voluntariado”, si estos también generan bienes, y por ende, desarrollo social? Cuál exactamente es la diferencia?
Por esto, te invitamos a explorar los horizontes de lo que realmente significa el emprendimiento social con nosotros!
Fuente:
Inversión de impacto: la suma de rentabilidades
*21-06-2016
Miércoles 6 de julio 17:30 a 20:30 h. Sala Luzán, Fundación CAI Paseo Independencia 10, Zaragoza
Fundación Creas y Fundación Aragón Invierte queremos hacerte partícipe del fenómeno de la inversión de impacto y cómo su combinación con el talento emprendedor enfocado a la creación de valor social permite potenciar la contribución de ambos para resolver problemas sociales y ambientales sin dejar de obtener una rentabilidad económica.
Además podrás conocer proyectos con mucho potencial que están buscando recursos para crecer y aumentar su impacto.
Programa
17:30 Bienvenida
Ana Vázquez, Directora Gerente del Instituto Aragonés de Empleo del Gobierno de Aragón
Pedro Javier Armentia, cofundador de Creas
17:45 Emprendimiento e inversión de impacto: retos globales
Miquel de Paladella, experto en innovación social y consejero delegado de JUMP Math
18:30 Mesa redonda. Inversión de impacto: oportunidades para los inversores
Moderador: Pedro Mata, gerente de Fundación Aragón Invierte
Participantes:
- Fernando Rodrigo, director de Yolmence Inversiones
- Luis Berruete, cofundador y coordinador de Creas
- Miquel de Paladella, consejero delegado de JUMP Math
- Teresa Azcona, consejera de Creas
19:30 Presentación de oportunidades de inversión
20:20 Cierre
Francisco Soler, director de inversiones de Creas
20:30 Networking con invitación de aperitivo
Más información:
Programa de Emprendimiento Social del Gobierno de Aragón
*20-05-2016
El Instituto Aragonés de Fomento junto al Instituto Aragonés de Servicios Sociales con la colaboración de la Fundación Emprender en Aragón, Catedra Emprender, CESA, Universidad de Zaragoza, Hiberis, CREAS, Ashoka, Laboral Kutxa, Caja Rural de Teruel y Bantierra han organizado este programa con la intención de promover y desarrollar el emprendimiento social.
El emprendimiento social considerado como la creación de empresas en las que los fines sociales son la prioridad (la generación de empleo estable, inserción social o la sostenibilidad, entre otros). El emprendimiento social no tiene como objetivo la maximización del beneficio económico, si no que éste es el instrumento o el medio que garantiza los fines sociales de las empresas. La persona y el grupo, además de ser el motor de la empresa, son también la principal prioridad, de manera que se trata de organizaciones socialmente responsables, interna y externamente.
Los atributos del Emprendedor Social:
- Una idea innovadora para producir un cambio social significativo
- Una visión emprendedora para realizar sus proyectos. Son personas que poseen la visión, la creatividad y la determinación asociada a los emprendedores pero su motivación radica en la generación de un cambio social.
- El objetivo del emprendedor social -único, principal o secundario es generar valor social. La Estrategia Aragonesa de Crecimiento y Competitividad es el marco de referencia para el impulso de la política económica en Aragón.
- Nos orienta para diseñar y evolucionar hacia un nuevo modelo productivo más flexible, con un componente mayor de innovación y utilización de capital humano, basado en el conocimiento, orientado a la mejora continua y la excelencia.
Para más información:
Emprender en Aragón
Huesca acoge el II Foro de Emprendimiento Social en
Aragón
El Foro se celebra el 28 de abril en el
Palacio de Congresos de Huesca. Change.org y Youth Business Spain serán las organizaciones
invitadas.
En el
Foro se presentan los proyectos finalistas de la 2ª edición del Programa de
Emprendimiento Social en Aragón, que organiza el Instituto Aragonés de
Fomento. El Instituto Aragonés de Fomento, ente público
dependiente del Gobierno de Aragón, organiza el "Programa de Emprendimiento
Social en Aragón" para ayudar al desarrollo de nuevas iniciativas emprendedoras
en este ámbito ayudándolas con formación, asesoramiento, tutorización,
mentorización, financiación y puesta en marcha de las empresas u organizaciones
de carácter social.
El Programa cuenta con la colaboración de la
Fundación Emprender en Aragón, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, la
Universidad de Zaragoza, el Consejo Económico y Social de Aragón, Ashoka, Creas
Inversión Social, el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Aragón y las
entidades financieras Bantierra, Laboral Kutxa y la Caja Rural de Teruel.
Con el objetivo de dar a conocer los proyectos de
emprendimiento social iniciados en el marco de este programa, el próximo día 28
de abril, el Palacio de Congresos de Huesca acoge una Foro sobre Emprendimiento
Social en el transcurso del cual se presentarán los siete proyectos finalistas
de la segunda edición de este programa. La cita contará con la presencia de la
consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta
Gastón.
Los 7 proyectos sociales finalistas son:
De Cero: Centro de ayuda integral en la Superación
de Rupturas de Pareja en la ciudad de Zaragoza y alrededores.
Kokoro Kotone: Diseño y confección de ropa y
complementos para bebé confeccionadas de manera artesanal y utilizando
únicamente tejidos ecológicos certificados.
A todo trapo: Recogida y reutilización de ropa
donada, integración del proceso desde la recogida de la ropa en contenedores o
por otros medios, su transporte, almacenamiento, selección, higienización,
transporte a tiendas, donación a necesidades sociales, venta a otras entidades y
venta al público en los puntos de venta de A todo trapo Zaragoza.
Ingoa: Comunidad de runners que
trabajan por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y la Energía.
Transforma la energía positiva que proporciona el running en
energía real, destinándola a causas solidarias que contribuyan a reducir la
pobreza energética mundial.
Felizedad: Iniciativa para contribuir a mejorar las
cotas de bienestar de los adultos Mayores mediante servicios de formación, ocio,
terapia y asesoramiento, en municipios y comarcas de Aragón.
Leía: Iniciativa que proporciona, a través de
materiales, soportes y programas de Lectura Fácil, una solución para aumentar la
capacidad y comprensión lectora de niños y mejorar la integración de personas
inmigrantes.
Mercado del 13: Iniciativa para dar visibilidad a
las enfermedades raras para sensibilizar a la sociedad. Promueven mercados de
venta de productos artesanales y locales de empresas socialmente
responsables.
El Foro de Emprendimiento Social, en el transcurso
del cual se entregarán los premios, permitirá dar a conocer distintas visiones
y experiencias y para ello se contará con la participación de Francisco Polo,
director en España de Change.org, y a Guillem Garis, director de la Fundación
Youth Business Spain.
Más info, aquí.
Fuente: Gobierno de Aragón (19-04-2016)
Políticas de impulso a la innovación y el emprendimiento social
*08-04-2016
Según el Plan Estratégico del Gobierno de Aragón:
"Estrategia Aragonesa de Emprendimiento 2015/2020"
La economía social es uno de los principales motores de crecimiento en la sociedad del conocimiento. Empresas, negocios o proyectos que buscan el desarrollo económico al tiempo que resuelven problemas sociales, enfrentan desafíos culturales o mejoran la calidad de vida de las personas, especialmente de los colectivos más desfavorecidos, son un signo de crecimiento y maduración social. La estrategia Europa 2020 busca dar un nuevo impulso al emprendimiento social desde la escuela y a lo largo de toda la vida.
Según la iniciativa del emprendimiento social de la Comisión Europea, el valor de la economía social en la Unión Europea representa el 10 % de su economía de acuerdo al total del PIB de los países miembros. Al mismo tiempo, la economíasocial crea empleo para más de 11 millones de trabajadores. Estos 11 millones representan el 4,5 % de la población activa en la Unión. Destacan casos como el de Finlandia, Reino Unido o Eslovenia, que a su vez, cuentan con las tasas de crecimiento más estables y significativas, poniendo de relieve que la economía social nacida del emprendimiento es una variable determinante en el crecimiento y en la predicción de bienestar de un país. El 7,5 % de la población activa en Finlandia, el 5,7 % en Reino Unido o el 5,4 % en Eslovenia se dedican a empresas relacionadas con la economía social. De estas empresas más de tres cuartas partes han nacido en los últimos diez años a partir de estrategias de emprendimiento relacionadas con la Unión Europea. Una de cada cuatro nuevas empresas que se crean cada año en la Unión, e incluso, una de cada tres en Finlandia, Francia y Bélgica, son empresas sociales.
El emprendimiento social es el sustrato base de la economía social, y la economía social crece y genera beneficios para la Unión Europea alcanzando objetivos que tienen un impacto social posicionando su visión y misión por encima de la generación de beneficios para los propietarios y accionistas. En los procesos de emprendimiento social las cuentas de superávit se aprovechan, fundamentalmente, para alcanzar los objetivos sociales. Por otro lado, los empresarios sociales destacan por su carácter responsable, transparente e innovador, en especial mediante la implicación de los trabajadores, los clientes y todos aquellos a los que afecta su actividad. Para todo emprendedor social, el objetivo principal de su proyecto es convertirse en una empresa social capaz de generar un impacto significativo sobre la sociedad, el medio ambiente y la comunidad local.
El emprendimiento social responde mediante la innovación a necesidades aún no satisfechas, de este modo cuando las ideas se consolidan como proyectos y los proyectos crecen de modo estable en el tiempo, las empresas sociales forman parte de un crecimiento inteligente. Al tener en cuenta su impacto medioambiental y mediante su visión a largo plazo, las primeras ideas germen de todo proyecto de emprendimiento social generan un crecimiento sostenible de un valor incalculable para las sociedades.
Por otro lado, la economía social, además de poner una atención especial en el tratamiento de las personas, de su público, de sus clientes y de los trabajadores, genera dinámicas de cohesión social. Las empresas sociales son el núcleo de un crecimiento inclusivo, social y rentable en el tiempo. Citando las palabras del expresidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ”la razón de ser de la economía social es organizar transformaciones sociales y económicas que contribuyen a los objetivos de la Estrategia Europa 2020”. La iniciativa a favor del emprendimiento social, puesta en marcha en 2011, definió tres líneas de acción al objeto de marcar un antes y un después y mejorar la
situación de las empresas sociales sobre el terreno:
01. Mejorar el acceso a la financiación.
02. Mejorar la visibilidad de las empresas sociales.
03. Mejorar el entorno jurídico.
Para más información, en:
Emprendimiento social de la Caixa
*23-03-2016
El Programa de Emprendimiento Social de "la Caixa" apoya a proyectos que contribuyen a resolver necesidades sociales a través de la puesta en marcha de empresas, económica y medioambientalmente sostenibles. Por ello, se dirige a entidades sociales que quieran abrir una primera línea de negocio, a personas que tengan un plan de empresa con impacto social, y a empresas sociales con menos de tres años de antigüedad.
Para más información;
Programa Emplea-T y Emprende de IberCaja
Para todas las clases de emprendimiento y también para emprendimiento social
*23-03-2016
El Programa EMPLEA-T Y EMPRENDE de IberCaja, presenta un recorrido integral, proporcionándote todo lo que necesitas como emprendedor para llevar adelante una idea o un proyecto profesional de forma completa. En su tercera edición lo hace consolidando su apuesta por proporcionar al emprendedor un apoyo global, personal y directo. Desde el principio hasta el final.
Está dirigido a todos los emprendedores residentes en Aragón, La Rioja y Guadalajara que deseen participar en un Programa de alto rendimiento para desarrollar sus proyectos empresariales en un nivel de excelencia, con el estímulo de la Obra Social de Ibercaja. Pero buscamos a los mejores, por eso las plazas están limitadas. ¡Empléate a fondo y consigue la tuya!
Te apoyamos desde la idea inicial de tu proyecto profesional y te acompañamos en las distintas fases de su desarrollo y especialización, hasta finalmente hacerlo realidad. Con una comunidad de profesionales que te ayudarán, y con la posibilidad de financiar tu proyecto sin necesidad de aval.
FORMACIÓN: El Programa te ofrece una formación impartida por emprendedores para emprendedores. Según la etapa en la que se encuentre tu proyecto emprendedor, tendrás la posibilidad de elegir entre 5 niveles formativos. Y podrás complementar tu formación con talleres prácticos en habilidades emprendedoras.
Para más información:
ECONOMÍA COLABORATIVA
Polémicas laborales, fiscales y administrativas de la economía colaborativa
*02-01-2017
- Introducen novedades que no tienen cabida en la normativa española
- La CNMC pide un marco regulatorio para la economía colaborativa: Prohibir es comprar tiempo
El fenómeno de la economía colaborativa está ganando cada vez más peso entre los ciudadanos y su avance resulta imparable. Su irrupción ha puesto sobre la mesa la necesidad de sacarle el máximo rendimiento a los recursos, compartiéndolos o intercambiándolos entre particulares. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores
No obstante, ello también ha hecho que exista cierta incertidumbre sobre cómo se debe actuar en estos nuevos negocios y cómo se deben regular. De lo que no cabe duda es que un nuevo sistema económico se implanta velozmente, no solamente en España, sino también en Europa. Así, según el informe "El uso de plataformas colaborativas", de la Comisión Europea (CE), más de la mitad de los ciudadanos conoce las plataformas de economía colaborativa, aunque sólo el 17% las usa. España se sitúa por encima de la media del Continente, junto con países como Alemania o Rumanía. Liderando el ranking, se encuentran Francia e Irlanda, donde existe un mayor uso y conocimiento.
Por contrapartida, durante la celebración del Foro Europeo de Economía Colaborativa, celebrado en Bruselas recientemente, se puso de manifiesto que nuestro país lidera este modelo con el 6% de la población ofreciendo productos o servicios en plataformas de sharing economy, la cifra más alta de la Unión Europea y superior a la media de ésta, que se sitúa en torno al 5%.
Por todo ello, no es de extrañar que los segmentos de actividad que engloba este fenómeno estén encontrando dificultades para ajustarse a la jurisdicción nacional, al igual que los organismos públicos competentes no terminan de dictar sentencia al respecto. "A nivel de regulación, estos proyectos están demostrando que la normativa en materia fiscal y laboral no encaja con estas actividades, pues son bastante rígidas", cuenta Miguel Ferrer, director de Políticas Públicas en Economía Digital de Kreab.
Además, conviene recordar que las startups de economía colaborativa han surgido en todos los sectores. En España, la web consumocolaborativo.com mantiene un directorio actualizado de todos las empresas del sector que hay en el país, desde las más conocidas como Blablacar, Car2go, Uber o Cabify, hasta otras menos populares como Nautal -para alquilar embarcaciones de particulares- u HostalDog, para encontrar cuidador para las mascotas.
Ello provoca que la actividad de estas startups colisione con la normativa sectorial que se aplica en cada caso. "La legislación está planteada de una forma muy rígida para ciclos tan innovadores como el que estamos viviendo", reconoce Ferrer. "Debería haber un replanteamiento sobre cuándo se aplica y cuándo no, dependiendo de la regularidad con la que se presta ese tipo de servicios. Hay una diferencia entre alquilar una habitación de una casa de forma esporádica y hacerlo de manera organizada como si se tratase de una empresa", añade.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su portal online dedicado a este tema aborda una de las cuestiones que entraña más dudas: ¿tengo que declarar mis ingresos por consumo colaborativo en el IRPF? Su respuesta es concisa: "Las actividades con ingreso de dinero suponen el pago de impuestos en la declaración del IRPF, ya sea por rendimientos del capital inmobiliario -alquilar tu casa-, rendimientos del capital mobiliario -alquilar tu coche-, venta de segunda mano -si ha habido ganancias patrimoniales, que no es lo habitual-, o ingresos por actividades económicas -como hacer de guía turístico-. En caso de no declararlo, Hacienda lo podrá reclamar con sanciones añadidas".
En esta misma línea camina también la CE, que comunicó recientemente en su informe "Una Agenda Europea para la economía colaborativa que "como todos los demás participantes en la economía, los prestadores de servicios de la economía colaborativa deben pagar impuestos. Los impuestos pertinentes incluyen las normas sobre la renta de las personas físicas, el impuesto de sociedades y el que se aplica sobre el valor añadido". A pesar de ello, en la mayoría de las ocasiones, la realidad es bien distinta, ya sea por desconocimiento o desinterés por actuar correctamente.
En este sentido, Ferrer afirma que "en principio, cualquier renta o ingreso que una persona tenga, está sometido a impuestos. Otra cosa es que a veces esos ingresos sean tan testimoniales que declararlos a la Agencia Tributaria sea muy complicado y no merezca la pena y, finalmente, no se declaran". Sergio de Juan-Creix, responsable del área de Nuevas Tecnologías de BDO Abogados coincide en que "si una persona comparte los gastos de sus viajes en coche, puede ser que obtenga cierto rendimiento. ¿Este rendimiento tributa? En la mayoría de los casos no, porque la Administración no tiene constancia, no queda rastro y, al final, es una operación que queda entre particulares. El sistema tributario español no está diseñado para regular estas pequeñas transacciones".
Por lo tanto, la figura del ciudadano productor -usuario que vendiendo o compartiendo algo que no utiliza, o prestando un servicio en su tiempo libre, obtiene un ingreso extra- debería ser capaz de identificar cuándo realiza una actividad de forma regular susceptible de ser tributada. Las plataformas de economía colaborativa han sido responsabilizadas en algunas ocasiones de que suceda esta situación, pero Ferrer indica que "es un tema muy complicado. Supone que la empresa establezca un nivel de vigilancia exhaustivo y quizás no disponga de la capacidad para distinguir entre una actividad u otra".
No obstante, Airbnb tiene una guía informativa donde explica a sus usuarios españoles cómo tienen que declarar el impuesto de IRPF por los ingresos que obtienen alquilando una habitación. "Yo creo que las plataformas tienen un interés por hacer las cosas de la forma más jurídica y legalmente posible. Caso distinto es que se les intente llenar a estas startups de obligaciones, que igual van más allá de su función real de ser meras intermediarias que ponen en contacto la oferta y demanda entre ciudadanos", recalca Ferrer.
Sin embargo, lo cierto es que las voces opuestas a la economía colaborativa hacen hincapié en que este hecho propicia que se cree una especie de economía colaborativa o paralela. Organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión creada por la Generalitat de Cataluña para abordar este tema están estudiando cómo se podría regular para evitar que persista esa sensación de economía al margen. "Una posible solución es el intercambio de datos entre las plataformas de economía colaborativa y la Administración para que, de alguna manera, pueda controlar estas pequeñas operaciones. De hecho, esto ya se está haciendo en el sector del juego online que se legalizó en España hace unos años", menciona De Juan-Creix.
Otro de los retos legales del sector hace referencia al ámbito laboral, donde el problema surge en cómo se interpreta el papel de los usuarios-productores. ¿Tienen estos una relación de dependencia con los titulares de las plataformas en las que están presentes y colaboran? Según de Juan-Creix, el tema laboral es complejo y extremadamente casuístico: "Todo gira en torno al concepto de dependencia. En el caso de Uber, el área de Inspección de Trabajo de la Generalitat de Cataluña dictaminó que los ciudadanos productores estaban sometidos a las directrices de Uber, porque les daban instrucciones indirectas, de manera que había una potencial contingencia laboral. Sin embargo, en Estados Unidos ha habido resoluciones con criterios diferentes".
Llegados a este punto, sobresale también la casuistica de cada sector, ya que en el caso de Airbnb, las personas que ofertan una habitación difícilmente contraen esa dependencia con el titular de la plataforma, al igual que sucede con Blablacar, que permite a sus usuarios ofertar los asientos libres en sus vehículos cuando realizan un trayecto. En este punto, los actores implicados coinciden en que la duda surge cuando la plataforma en cuestión ordena a los ciudadanos productores las directrices que deben seguir en el desarrollo de su actividad. Como cuenta Ferrer, "compañías como Deliveroo no podrían permitirse tener a todas las personas que reparten pedidos contratadas. Se supone que la relación que se establece es mercantil, pero lo que puede suceder es que una inspección laboral identifique esa relación como laboral. Esto es algo que no está bien planteado; debería ser objeto de análisis, ya que va muy en relación con el modo de plantearnos el futuro del mundo del trabajo". La CE, por su parte, opta por un papel neutral y deja en manos del derecho laboral de cada país la determinación al respecto.
Por último, el tema de las licencias es uno de los que más revuelo ha levantado. La economía colaborativa ha irrumpido en segmentos que históricamente han sido sectores sometidos a licencia administrativa, como en el caso del transporte de personas. En este sentido, Uber es el gran protagonista: en julio del año pasado, el juzgado número tres de lo Mercantil de Barcelona señaló que carecía de las licencias para desarrollar su actividad, pero no dictaminó si las necesitaba. Por ello, el caso está hoy en manos del Tribunal de Justicia de la UE, que dictará sentencia. Un hecho relevante, según De Juan-Creix, ya que una de las instituciones más importantes de esta disciplina se pronunciará sobre cómo se debe interpretar la normativa europea.
La compleja situación que vive España en el ámbito de la economía colaborativa no dicta mucho de la que viven otros regiones, pero sí es cierto que países como Reino Unido o Estados Unidos tienen un ordenamiento jurídico más avanzado y propenso a incorporar a estos nuevos movimientos.
El reto reside, en gran medida, en que las Administraciones, tanto nacionales como europeas, tomen conciencia de que este nuevo sistema económico tiene beneficios sociales, económicos y ambientales, por lo que deberían facilitar su desarrollo por medio de una normativa comunitaria que no establezca barreras injustificadas. "No hay una solución fácil a estos problemas. Las startups de economía colaborativa ponen en cuestión el marco regulatorio y la actividad administrativa y reivindican que hace falta una renovación de estos aspectos. Las instituciones implicadas -CE, la Comisión de la Generalitat, CNMC...- afirman que este movimiento es ventajoso, por lo que tener normas regulatorias que lo restringen es contraproducente", concluye Ferrer.
Fuente: elEconomista.es Autora: Sérvula Bueno (27-12-2016) Imagen de Istock
Economía Circular, Innovación y Desarrollo Social
*21-06-2016
Ultimamente se está hablando mucho de Economía Circular, pero....¿Estamos trabajando realmente para un cambio de modelo productivo? Se habla mucho de economía circular pero quizá aún no somos lo suficientemente conscientes de la importancia de la innovación (especialmente en el ámbito de la I+D) para impulsar un modelo de desarrollo sostenible que además genera innovación social
La Unión Europea la define como un nuevo modelo económico, mucho más sostenible que los anteriores, por su contribución a la reducción al mínimo la generación de los residuos incidiendo en una disminución de emisiones de CO2, a la vez que genera más eficiencia en el uso de los recursos incrementando la competitividad.
Es un proceso centrado en las "3R" (Reducir, Reutilizar y Reciclar) desde el diseño, a la fabricación, transporte, almacenamiento y consumo del producto implicando a todos los agentes (proveedores, productores, distribuidores y consumidores).
Sin embargo la economía circular, que vinculamos prioritariamente a un enfoque de reducción multi-residuo, tiene un impacto mucho mayor del que nos imaginamos. Además de disminuir el impacto ambiental de manera muy representativa,tiene un enorme potencial para generar impacto social y nuevos modelos de negocio más equilibrados. Es esencial para el desarrollo sostenible.
El desarrollo sostenible bien entendido es transversal (conecta lo medioambiental con lo social y se retroalimentan). Es hacia donde está claro que debemos ir como sociedad.
Sin embargo en este proceso, hay un elemento esencial desde el inicio que a veces no se visibiliza lo suficiente: la necesidad de generar innovación responsable.
La innovación responsable (conocida como RRI, siglas en inglés) tiene en cuenta criterios éticos, y necesita de la participación de la sociedad en la creación y consolidación de nuevas soluciones, adaptadas a las necesidades del entorno.
Sabemos que el campo de la Investigación y Desarrollo (I+D) sólo es una parte del proceso innovador de una organización y que es posible innovar sin dedicar recursos al I+D : en servicio, en procesos, en comunicación de marca y especialmente, generando espacios donde las personas puedan desarrollar sus capacidades para generar valor.
Pero si lo tenemos claro ¿por qué estamos perdiendo oportunidades en nuestro ámbito más próximo?
Muchos proyectos de investigación sobre mejoras de la salud se paralizan por falta de presupuesto, muchos jóvenes excelentemente formados optan por irse al extranjero ante la frustración del desempleo o de tan sólo poder obtener un trabajo precario que no les permite desarrollarse profesionalmente. Por otra parte, las empresas necesitan talento para aprovechar las oportunidades que ofrece esta situación de cambio de paradigma .
La triste realidad es que la inversión en I+D no ha parado de bajar en España (como media un 1,5% anual, según gráfica adjunta) aunque mejore la economía en una subida de más del 3% del PIB . Se acumulan cuatro años de descensos en el ámbito público, y 6 años consecutivos de descenso en el ámbito privado y parece no remontar. Sólo nuestro país y Portugal han reducido las inversiones en I+D. El resto de países de la U.E. han mantenido o incrementado la inversión .
¿Somos conscientes de cómo puede llegar a condicionar nuestra vida cotidiana?
Seguimos con el mismo modelo productivo y respiramos aliviados.
Para acceder al artículo completo:
Fuente: Diario Responsable Autor: @immaperez Artículo publicado en el blog de www.nottopic.es
Ejemplos de Economía Colaborativa
*16-05-2016
La economía colaborativa es esa tendencia de la últimamente no dejamos de oír hablar, gracias a la cual todo cobra un significado más reciclado y barato. Seguramente ya conoces a empresas como BlablaCar o Airbnb, cuyas bases de negocio se basan en ejemplos de economía colaborativa: compartir coche para viajar más barato, alquilar habitaciones para viajar por el mundo más barato… son tendencias que, sin duda, se han visto beneficiadas por el contexto socio económico en el que nos encontramos.
La economía y el consumo colaborativo se han convertido en la respuesta a la ineficiencia del mundo: el 40% de los alimentos del planeta se desperdician y los coches particulares pasan el 95% de su tiempo parados. Si decidieras alquilar un coche para ir por la ciudad, en vez de tener el tuyo propio, te ahorrarías un 75% de tu dinero. En Barcelona tener un coche en propiedad cuesta 16,62 euros la hora, de media, mientras que en Madrid la cifra sube a 17,33. Si usaras un servicio de carsharing, por el que el conductor puede acceder al vehículo completamente equipado y con gastos de carburante, seguro, etc. incluidos, la hora te costaría solo 4 euros.
En respuesta al desperdicio nacen cada día más startups y emprendedores cuya visión es aprovechar los recursos que ya tenemos. En este sentido, vemos como se abre un nicho de mercado muy potente y, de momento, más colaborativo.
Hoy te voy a presentar ejemplos de economía colaborativa que seguramente todavía no conoces y que son dignos de tener en cuenta. El concepto de compartir y reciclar se puede aplicar en muchas facetas de nuestra vida y nos pueden servir para ahorrar grandes costes en nuestro día a día.
El evento “1010 maneras de comprar sin dinero” hace una propuesta de interesante. Montevideo, Buenos Aires, Madrid, Málaga, Roma, Porto Alegre… son algunas de las ciudades del mundo que ya han organizado eventos 1010 Ways To Buy Without Money. La idea surgió en la celebración de Sant Jordi, el día del libro en Catalunya, de 2011. ¿Por qué ese día se había convertido en el Día de Comprar Libros (y rosas)? ¿Podría celebrarse el Día del Libro más allá de su faceta mercantil? ¿Se podría lograr que participara todo el mundo, tuviera o no tuviera o dinero para comprar un libro?
Con esta idea se llevó a cabo el primer evento de 1010 maneras de comprar sin dinero, hace ya 5 años, en el que se vendieron 105 libros sin gastar ni un duro. La filosofía consiste en que las cosas no son gratis, pero tampoco hace falta dinero para comprarlas o conseguirlas. Se decidió extender la reflexión más allá de un día, un lugar o un objeto determinado, y convertir 1010 Ways To Buy Without Money en una iniciativa abierta y extendible a cualquier ciudad, momento y objeto. En estos eventos, que son libres de ser organizados por cualquiera desde la página web, un libro tiene como precio “Dejar de Fumar” y solo lo puede comprar alguien que fume, o “Colaborar con una causa social”, entre muchas más ideas.
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Otra idea interesante que reza: “te reformo el piso a cambio del alquiler”. Cualquiera que haya pasado por la fase de tener que buscar piso de alquiler ha tenido que sufrir tener que conformarse con un piso que no está pintado ni decorado a tu gusto, pero al que no le puedes hacer cambios. Pues esta idea ofrece la posibilidad de pagar el alquiler en calidad de “reforma”. Los herederos de un piso en Barcelona, en el barrio de La Verneda i la Pau, tenían la vivienda cerrada a cal y canto sin poder alquilarla por falta de dinero para reformarla, hasta que un matrimonio les propuso una idea loca: se comprometían a hacer mejoras por valor de 12.000 euros si durante 24 meses no tenían que pagar la renta de 460 euros mensuales. De esta manera los herederos cobraban algo por el piso y los inquilinos, que tenían conocimientos de albañilería, podían tenerlo arreglado a su gusto.
Al otro lado del mundo,Sabrina Hernández, una estudiante de la Universidad de San Francisco usa la plataforma DogVacay para ofrecer servicios de cuidadora de perros y cobra 40 dólares la noche por ello. Al mes asegura que llega a ganar 1.200 dólares, mientras que Dylan Rogers, un vendedor de coches de Chicago, se embolsa hasta 1.000 dólares mensuales alquilando su BMW usado gracias a la plataforma RelayRides
Otro buen ejemplo es la plataforma “solucionadora de problemas” Etece. En ella te hacen un presupuesto para arreglarte casi cualquier cosa: ¿quieres que alguien haga cola por tí en un concierto? ¿necesitas que lleven tu coche a otra ciudad? Los autónomos que son certificados por la plataforma te preparan un presupuesto de cualquier tipo de tarea y puedes elegir el que más te conviene.
¿Qué te parecen estas ideas de economía colaborativa? ¿Conoces alguna más por propia experiencia? ¡Cuéntanos!
Fuente: Planea tus finanzas.com Autoria:Sonia Mañé Vernia, periodista especializada en medios digitales y actual Editora de Contenidos en IEBS Business School. (16-05-2016)
La mayoría de edad de la economía colaborativa
*22-03-2016
Muchos aseguran que la economía colaborativa crea oportunidades
La mayoría de estas plataformas en España "están orientadas a conectar usuarios por sus intereses comunes"
Cambio de tercio en el debate colaborativo. Con la economía del compartir -coche, casa, espacios, enseres- relativamente asentada en España, la pregunta ahora es si está siendo lo que se esperaba de ella. En el debate se enfrentan apocalípticos e integrados. Los primeros dicen que las plataformas producto de este modelo se han pervertido y sucumbido al engranaje capitalista con el único fin de hacer dinero. Los segundos, aseguran que la economía colaborativa sigue creando oportunidades y está lista para transformar el sistema.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se sitúa entre estos últimos. Habla de las "numerosas ventajas" del modelo (mayor oferta, precios más eficientes o fomento de la innovación) que recoge en las conclusiones preliminares de su último estudio al respecto. También señala el aumento exponencial de la inversión global en plataformas asociadas a este modelo, que en los nueve primeros meses de 2015 multiplicó por siete la de todo 2013.
Sin duda, estas plataformas son un negocio. ¿Y eso es negativo per se? Ejemplos como Airbnb o BlaBlaCar han sido punta de lanza de este modelo en España, no por ser las primeras sino por las grandes cifras -en términos financieros y de uso- que han acompañado su desarrollo e impacto. Por ello son objeto de acusaciones: que son fábricas de dinero, que potencian la economía sumergida o que usan el P2P (intercambio de entre personas) para eludir obligaciones fiscales.
Los apocalípticos llaman a esto "capitalismo de plataformas", bajo la consideración de que se aprovechan de recursos de terceros (las personas a las que conecta) para obtener un beneficio económico por la transacción. Es decir, que su aportación es la herramienta tecnológica que facilita el intercambio. ¿Qué hay de los valores de apertura, inclusión y bienes comunes que se presupone a los participantes en este modelo?
Colaboración y negocio
Un estudio conjunto de la OCU, el Grupo de Investigación Cibersomosaguas de la Universidad Complutense de Madrid y la red colaborativa global OuiShare concluye que la mayoría de estas plataformas en España (55%) "están orientadas a conectar usuarios en redes de relaciones basadas en intereses comunes y en su reputación virtual". Las que están orientadas a la transacción son un 35%. Entre ellas no están ni BlaBlaCar ni Airbnb. La OCU las clasifica como generadoras de redes (la opción mayoritaria) por el uso que los usuarios dicen hacer de ellas.
El estudio destaca que una minoría de plataformas (10%) están orientadas a la comunidad y se plantean objetivos como mejorar la cohesión social o promover hábitos de consumo más sostenibles. Esto refleja un predominio del utilitarismo sobre la transformación social y sobre el objetivo atribuido a este modelo de crear una estructura económica basada en comunidades que colaboran y comparten. Y de buenismo, nada.
Los resultados del análisis, presentados por la OCU hace un mes, revelan también que el nivel de penetración del consumo colaborativo es alto: más del 70% de los cerca de 8.700 encuestados ha participado alguna vez en una actividad de este tipo entre particulares. La satisfacción también es elevada (por encima de 8 sobre 10) y la mayoría lo prueba por razones económicas o prácticas.
Las recomendaciones que da este estudio contrastan con las de la CNMC. El primero señala asuntos pendientes por definir, como la responsabilidad de las plataformas respecto a las transacciones que se cierran a través de ellas, conseguir que la distinción entre proveedores profesionales y particulares resulte clara para los usuarios, o mejorar los sistemas de resolución de conflictos.
Oportunidad perdida
La CNMC, por su parte, centra la mayoría de sus 14 recomendaciones en los sectores de transporte y alojamiento, donde considera que se producen más "restricciones innecesarias o desproporcionadas". Entre otras medidas, el organismo propone más libertad de acceso tanto al mercado de viviendas de uso turístico -sin requisitos de estancia mínima o máxima- como al del taxi y VTC.
En opinión de Gemma Domènech, profesora colaboradora de Regulación de las Comunicaciones en ESADE, la reflexión de la CNMC se queda corta. "No se analiza el impacto desde el punto de vista de la competencia desleal. Está muy bien que permitas la entrada a nuevos actores pero es un problemón que impacta en las empresas y en el mercado laboral, y por tanto en la capacidad económica del modelo" opina. Por eso, es partidaria de "eliminar trabas tanto a los que entren como a los que están".
Domènech, que ha trabajado en una propuesta de marco regulador de la economía colaborativa para la Generalitat de Cataluña, considera reduccionista centrarse sólo en las plataformas. "Esto no va de turismo y taxis sino del impacto en los modelos económicos y estructurales de nuestro sistema", enfatiza. Su posición en el debate es más cercana a los integrados que a los apocalípticos, pero cree que si la regulación de este modelo no se aborda de manera estructural, "equivaldrá a precariedad y economía sumergida". "Será una oportunidad perdida", concluye.
Fuente: elmundo.es/economía Autora: Esther Paniagua (22-03-2016)
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