sábado, 19 de marzo de 2022

El negocio de la mentira



EL NEGOCIO DE LA MENTIRA

O la mentira como negocio. La verdad no importa, importa el negocio, la extorsión, el robo de datos, la difamación, los daños reputacionales…y la desinformación, la manipulación, la propaganda, el relato…

Está generalmente aceptado que la tecnología no es buena ni mala, lo es el uso que se hace de ella. Referente a las redes sociales, es impresionante la cantidad de ¨basura¨ y de bulos que circulan por las distintas redes. En principio parece algo inofensivo ¿a quién le importa si me invento algo? ¿Alguien o quién lo contrasta?. Y es conocido que muchos de esos contenidos falsos vienen determinados por actuaciones de los bots. 

Un bot (proviene de acortar la palabra robot), es un software, un programa informático que realiza tareas mecánicas, repetitivas, automatizas y predefinidas diseñadas para sustituir a la acción humana. Algunos bots, cumplen funciones útiles (Siri, Alexa…), pero muchos de los que actúan en redes y otros campos son maliciosos. El negocio se genera con las fakenews, pero principalmente con las campañas de desinformación y de injerencias. Estas campañas, se valora que generan 2.600 millones de euros.

Nunca cómo ahora, se había puesto en entredicho el papel de algunos Medios de Comunicación. No olvidemos que crédito viene de credibilidad. Evidentemente la credibilidad del periodismo no goza de la mejor salud. Evidente, los problemas que hoy día tiene un sector que vive de la urgencia, la inmediatez y el click bait (traducido, haga clic en el cebo). Estamos viviendo una época gobernada por el titular y la viralidad, en detrimento de la verdad, y sobre todo dominado por las tendencias y presiones políticas y de otros grupos de presión y/o lobbys.

No puedo olvidarme del CIS-Centro de Investigaciones Sociológicas (si, el de Tezanos), más conocido por diversas acepciones de CIS, ¨centro de intoxicaciones¨, ¨centro de influencias¨ y a la S, poner lo que consideréis…. Claro ejemplo de una mala utilización de fondos públicos (no entro en valorar si de prevaricación y de malversación), en beneficio de determinados partidos políticos, y por supuesto de determinados gobernantes, en detrimento de un real y verdadero interés e información a la sociedad. Su presupuesto supera los 11 millones de euros.

Según Avast, compañía de seguridad digital e informática y desarrollo de productos sobre privacidad, bloquean más de 1.500 millones de ciberataques cada mes. Con estos productos y servicios, facturan más de 900 millones de euros anuales. Esta compañía tienen oficinas en 25 países y más de 1.700 empleados. 

Los ciberdelincuentes, generan la información, mejor dicho desinformación o contenido maligno, lanzan los ataques y luego piden los rescates económicos. En 2021, se produjeron más de 623 millones de ataques de ransomware en el mundo. Y según un estudio de SonicWall, el coste medio de una filtración de datos en 2020 fue de 3,86 millones de dólares.

Algo que habrá que hacer ¿o no? Cómo siempre y una vez más cabe preguntarse ¿a quien beneficia este negocio? Según el periodista y presentador Javier Ruiz, en 2016 en España, había 9 compañías que se dedicaban a la desinformación, a la creación de bulos y a la manipulación interesada. Hoy, 50. Demuestra que si hay inversores interesados en el negocio de la mentira. Y según la misma fuente, Facebook, en el ejercicio 2020 ingresó 10 millones de dólares en concepto de publicidad política y 60 millones en concepto de campañas de mentira y manipulación. Y no sólo las compañías tecnológicas están involucradas, también algunos partidos políticos, empresas, entidades, organizaciones…nos hacen llegar al móvil, al ordenador, a la televisión, al periódico…sus interesadas campañas. Nuestra obligación ¨triarlas¨. 

Y la siguiente ¿puede ilegalizarse la mentira? Bueno, bueno…no se lo qué pensáis al respecto, pero lo veo muy complejo, complicado…¿imposible? Convendréis conmigo que se tendrían que ir dando pasos e intentar andar por el camino correcto. Y cómo en todo, hay que empezar por educar. De momento me conformo con ser capaz de discernir la verdad de la mentira, y tener criterio. ¿Os imagináis pudiera ilegalizarse (o prohibirse) las mentiras en las campañas electorales?

Con la invasión rusa de Ucrania, ha emergido la importancia de las ciberguerras, la trascendencia de la información, pero no la información real, veraz, contrastada, sino las estrategias informativas interesadas. Estas informaciones si son con propósito, con el de desinformar e intoxicar al enemigo. Una de las víctimas de la guerra, es la verdad, todos mienten.

Otro concepto de moda es la ¨posverdad¨. Según RAE, su definición, es: ¨Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Y amplia: los demagogos son profesores de la posverdad¨. 

Concluyo, ¿pensáis que se está utilizando dinero público (nuestro dinero) destinado a domarnos y manipularnos? Personalmente lo tengo claro. Se invierte más en desinformación que en información veraz, se invierte más en la mentira, que en la verdad. La verdad no está acreditada. Aunque creo no es un tema exclusivo de hoy, es un problema de muchos años. Otra ¿podemos asumir que la mentira está instalada en la sociedad? Y precisamente en el día del padre, me acuerdo del mio (tendría 115 años), le encantaban las frases y dichos, y al respecto tenía uno ¨con el que has de vivir, ayúdale a mentir¨.

Miguel Ángel Otín LLoro


                                                                                                  

 

 

1 comentario:

  1. Tampoco querría olvidarme del ¨papelón¨ qué están haciendo los Sindicatos...¿Cómo lo calificamos?

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