POBREZA y TECNOLOGÍA
En artículo anterior sobre la ¨Economía del cuidado¨, exponía que tanto la inteligencia artificial como la robótica, se convertirán en aliados de la atención y cuidado a las personas mayores, dependientes y enfermas. Y si damos por hecho que la tecnología va a influir en todos los órdenes de la vida ¿se usará la tecnología para luchar contra el hambre, la pobreza y la inclusión (o la no exclusión) social
Vaya por delante, que ni me considero capacitado, ni pretendo realizar un tratado sobre la pobreza y el hambre en el mundo. Si me pregunto... ¿Cuáles son las medidas óptimas que deberían implantarse para disminuirla? ¿Alguien las conoce? Y si estoy convencido de que un correcto uso de la tecnología es buena herramienta para luchar contra la pobreza.Acabar (o paliar) el hambre en el mundo es una labor tan importante, que no podemos renunciar a ninguna herramienta. En la misma medida que estoy convencido de la conveniencia del uso de la tecnología, estoy convencido de que la globalización económica debe llevar cómo pareja a una globalización de la solidaridad.
También estoy convencido de que la pobreza no depende de la persona, es causa principal su lugar de nacimiento. Y aunque hay personas pobres económicamente en todos los países (si también en los ricos), la mayor parte se concentran en los denominados países pobres o del tercer mundo. La realidad es que una de cada diez personas, viven en la extrema pobreza.
Otra cuestión he aprendido, que los estándares de
medición (según organizaciones o países) no son unánimes. La extrema pobreza,
se determina para aquellas personas que tienen ingresos inferiores a 1,90
dólares diarios. Pero si optamos por la cifra de 30 dólares diarios, el número
de personas en pobreza moderada, ¡ascienden al 75% de la población mundial! Y
también he aprendido que las personas en pobreza de los países ricos, son como invisibles.
Según el Banco Mundial, 700 millones de personas viven en condiciones de
extrema pobreza, y otro dato significativo, en la Unión Europea 124 millones de
personas se encuentran en riesgo de exclusión social. Puede observarse el
incremento de las brechas de desigualdad, tanto en países desarrollados, cómo
en la países en vías de desarrollo.
A la vista de estas escalofriantes cifras,
y si damos por hecho que la persona debe estar en el centro de toda acción,
habrá que ir pensando en el uso de la tecnología para facilitar el desarrollo integral
de las personas. Y no sólo el de sus capacidades intelectuales y culturales,
también las económicas.
Y hablando de tecnología, menciono a la ¨tecnología
con propósito¨. Es decir, qué en el diseño desarrollo y aplicación de la
tecnología, se tenga el propósito de luchar contra la pobreza y el hambre. Que
la forma de entender los negocios, ayuden a mejorar la vida de las personas en
situación de vulnerabilidad. Las soluciones
tecnológicas con propósito deben ser adecuadas, accesibles, asequibles y estar
adaptadas a la población a la que se dirigen.
Considero interesante mencionar al II Congreso Internacional ¨Pobreza y Hambre: Educación y Tecnología en el contexto de la pandemia¨ celebrado recientemente en Valencia y organizado por la Universidad Católica de Valencia, en colaboración con la Fundación Embajadores para el Desarrollo. Con un prestigioso grupo de expertos mundiales en las ciencias sociales y bajo el lema ¨queremos poner el acento en la educación y las nuevas tecnologías como herramientas para el desarrollo de los distintos pueblos que buscan una nueva etapa, saliendo de la pobreza y el hambre”.
“Hay que erradicar la pobreza desde el propio pilar del sistema: la empresa”
“La vivienda tiene una importancia capital en el desarrollo integral de la persona”
“La biotecnología agraria es una gran herramienta para acabar con el hambre en el mundo de la que no podemos renunciar”.
Si, la agroalimentación tiene un papel fundamental en la alimentación de los casi 8.000 millones de habitantes del mundo. Confío en su capacidad de desarrollo, de innovación y de voluntad de cumplir con ese importante objetivo.
En esta semana, marcada por la Gran Recogida de Alimentos, mi modesta aportación al tema es realizar un llamamiento para que parte de las acciones de grandes, medianas y pequeñas empresas, emprendedores sociales, entidades del sector y por supuesto las administraciones públicas, tengan presente en sus objetivos esta lucha. Las nuevas tecnologías han de ayudar a configurar una nueva sensibilidad, tan necesaria hoy día en el mundo, y más concretamente en el mundo de la pobreza.
Miguel Angel OTIN LLORO
Miguel A. me uno a este artículo, estupendo como muchos de los tuyos, pero presiento que algunas administraciones no van por esas veredas. El hambre en el mundo sigue interesando a determinadas políticas. Si hay hambre, un panecillo es un voto.
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