viernes, 12 de agosto de 2022

Brechas

 

BRECHAS 

En artículo anterior, mencioné el alto endeudamiento, el incremento de precios y la considerable pérdida del poder adquisitivo, que sin duda está generando diversas brechas, en la economía familiar, en las empresas y en otros aspectos sociales y económicos. 

Este término o concepto se está utilizando con relativa frecuencia, no obstante observo que la RAE no ha actualizado su significado, manteniendo la definición de ¨abertura o rotura irregular principalmente en una superficie¨.

Al respecto, hace unas semanas tuve la satisfacción de observar y disfrutar de la famosa Brecha de Rolando en el pirinaico macizo de Monte Perdido. Obra de la naturaleza o ¨accidente físico¨ qué según la leyenda fue abierta por Rolando, sobrino de Carlomagno, que pretendía destruir su espada ¨durandal¨ al final de la batalla de Roncesvalles. Pensó que golpeándola contra la roca…

Pero mucho más actuales son las brechas digitales, las laborales, las salariales, las económicas, las sociales, de la discapacidad, las humanas… A la brecha digital la he mencionado en diversas ocasiones e incluso he dedicado algún artículo, en concreto el titulado ¨Dependencia tecnológica¨.

La tecnología, junto con otros factores está produciendo otra brecha, la laboral. Las capacidades, aptitudes y habilidades que hoy determinados puestos de trabajo exigen, están expulsando del mercado laboral a muchos empleados. Cierto es que se están incorporando otros con la formación técnica precisa. Y por consecuencia esta brecha laboral está ¨abriendo¨ otra, la brecha salarial.

Cada etapa económica tiene sus características y consecuencias. (No olvidemos los siete años de vacas gordas y los siete años de vacas flacas). Evidentemente la vida económica son ciclos, y actualmente responden a otros cánones, ciclos más cortos o más largos, y/o más o menos profundos. Pero la realidad, el ciclo que hoy estamos viviendo, está generando una brecha económica entre las diferentes clases sociales.

La brecha entre las ¨clases ricas¨ y las ¨clases pobres¨ cada vez es más evidente. Tanto, cómo qué se está hablando de la desaparición de la ¨clase media¨. Sin duda, el poder adquisitivo y la capacidad de generar recursos económicos, hace que cada vez haya familias más ricas y muchas más familias pobres o en el umbral de la pobreza.

Si estas brechas vienen determinadas por la evolución de la industria y del mercado laboral, en mi opinión, determinadas políticas están provocando otra brecha, la social. Políticas de enfrentamiento, el fomento de intereses partidistas y políticos, más particulares que de interés general, están resucitando el ¨ellos¨ y el ¨nosotros¨. 

Las dos Españas están volviendo a focalizarse. ¿Realmente hay necesidad de desenterrar fantasmas del pasado? ¿Realmente es lo que está demandado la sociedad? ¿Realmente la sociedad no está más interesada por otros temas? Igual resulta que la sociedad está anestesiada.

No puedo olvidarme de la brecha de la discapacidad. Soy consciente de lo mucho y en el buen sentido, que la sociedad está avanzando y mejorando el facilitar la vida de estas personas con otras capacidades. Su integración en la vida personal, laboral, su inclusión en la sociedad, la mejora de la sanidad e incluso sanidad específica, la reducción de desigualdades, la eliminación de barreras arquitectónicas (y morales), y sobre todo el admitir que el objetivo es la normalización.

Siendo todos estos temas preocupantes, y convencido de que ustedes estarán pensando en otros análogos, destaco uno que particularmente me produce enojo y enfado, la brecha humana. Estos días, tengo la oportunidad de convivir (a tiempo parcial) con una niña saharaui. Con motivo del Programa Vacaciones en Paz, Lala, nos está enseñando lo duro de su vida en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). ¡Que diferencia para un niño, el nacer de un vientre que de otro! ¡Qué injusticias y desigualdades!

Al hilo de esta reflexión, me voy a la Tabla de los ODS. (Objetivos de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030) y concretamente al ODS 10, cuya misión y objetivo, es: ¨Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La desigualdad dentro de los países y entre estos es un continuo motivo de preocupación¨. Este objetivo y otros afines pretenden luchar contra las desigualdades entre las personas y los países. ¿Se conseguirá la necesaria igualdad antes del 2030?

Miguel Angel OTIN LLORO

 

 

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