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domingo, 10 de enero de 2021

Empleo y Covid-19

 


EMPLEO y COVID-19

No descubro nada, ni soy original, al exponer que la Covid-19 también ha tenido mucha incidencia en el empleo. El pasado año, resultó muy malo para el mercado laboral. Según estimaciones de OIT Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial se han perdido más de 1.000 millones de empleos.

En España se ha destruido un tercio del empleo de la eurozona. Desde marzo, mes de inicio de la pandemia, 725.000 personas incrementaron las cifras del desempleo, el número de empleados descendió en 360.000, y a final de año todavía se encontraban 755.000 personas en ERTE.

Otra repercusión, las horas de trabajo han disminuido, y por consiguiente los ingresos via nóminas. Pero más preocupante, que una de cada cuatro personas en capacidad de trabajar en España, estará desempleada. La Unión Europea, tiene en marcha el Programa SURE, dotado con 100.000 millones, para paliar los efectos de la pandemia en él empleo.

¿Hacia dónde va el empleo post-covid19? La pandemia ha influido en los empleos, ha ¨descubierto¨ empleo nuevo, como los ¨rastreadores¨, y ha acelerado la implantación de otros, cómo los basados en tecnología, digitalización, inteligencia artificial, ingenieros (automatización de procesos), robótica, diseñadores de conversaciones de chatboot…

Los epidemiólogos, los psicólogos los informáticos, los docentes, los investigadores y los desarrolladores de productos en laboratorios farmacéuticos (impresionante su trabajo para conseguir vacunas contra el coronavirus), los sanitarios (aparte de su trabajo principal como sanadores, se han adaptado a la telemedicina, y pienso cambiarán hacía una medicina más preventiva), entre otras profesiones, han visto alteradas sus funciones.

Se están produciendo cambios en los hábitos de consumo, lo que implicará cambios en los estilos de dirección y por consecuencia de los trabajos. Cambios en la fuerza laboral, automatización, y sobre todo variación en demanda de capacidades. A tiempo completo sólo estarán contratados los indispensables, se producirá incremento en freelancers, en las contrataciones via ETT´s, y de empresas subcontratadas. En mi opinión, va a cambiar el concepto ¨trabajar en¨ en ¨trabajar para¨. Se cambiará el concepto de jefes, por clientes.

Las empresas tienen un gran reto tras la covid-19, adaptarse a las consecuencias de la pandemia, determinar el cómo y las nuevas formas de trabajo, e integrar a todos los trabajadores en las nuevas necesidades de la empresa. Confío los políticos, sean consciente de estas necesidades y legislen en apoyo de las empresas.

Según el oscense Carlos Royo, prestigioso profesor de ESADE, cuatro generaciones conviven en las empresas. Los baby boomer (más de 50 años), la generación X, (35-50 años), los millenials (20-35 años), la generación Z, (menos de 20 años). Los millenials, representarán el 75% de la fuerza laboral en 2025, y la generación Z, supone el 42% del desempleo. Y cada generación con sus características.

¿Hacia dónde va la fuerza laboral tras la Covid-19? Tema expuesto y desarrollado por Carlos Royo, en su reciente excelente ponencia impartida en el Club de Opinión y Debate Lucas Mallada. Pueden seguirla en la página web del Club, en el enlace:  http://clubdeopinionlucasmallada.es/web/?p=661

Estamos hablando de empleo y por supuesto detrás siempre hay personas. Considero interesante hacerme eco, de unas reflexiones al respecto de Ana López Trenco, gerente de Asapme Aragón, y que dicen, ¨cualquier eventualidad puede resquebrajar nuestra salud física o mental¨, ¨con el coronovirus, hemos visto crisis de ansiedad en personas que parecían super equilibradas¨,  y que ¨todas las empresas deben poner a las personas en el centro de sus estrategias¨.

No quiero terminar, sin tener un mínimo recuerdo para el autoempleo. Más de 600.000 autónomos y pequeñas empresas de diversos sectores, se han visto obligados por la pandemia al cierre, dejando sepultados sueños, ilusiones y mucho trabajo.

En muchas ocasiones se utilizan los colores y las letras para definir determinados estados, en lo referente al empleo, no se me ocurre otro color que el negro para para definir al horizonte que tenemos a la vista, horizonte negro o en el mejor de los casos horizonte gris. Y de nuevo parece ser la letra K, bastante definitoria, unos empleos irán hacia abajo, y otros hacia arriba.


Miguel Angel OTIN LLORO

Publicado en DIARIO DEL ALTOARAGÓN "Altoaragón Económico" (10-01-2021)


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