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sábado, 25 de enero de 2025

Basura digital

 


BASURA DIGITAL

Basura digital, chatarra informática, desecho electrónico, residuo tecnológico, contaminación en internet, obsolescencia programada… son conceptos cada vez más oídos y utilizados, y lo importante, cada vez con más impacto en el medio ambiente. De entrada, me interesa mencionar, referirme a la más silenciosa, aparente y prácticamente invisible, a la basura digital.

¿Tenemos conocimiento y conciencia a que se refiere? ¿Cuántos correos mantiene guardados en su ordenador y dispositivos móviles? ¿Cuántas fotos, imágenes, archivos, archivos multimedia, vídeos… guarda en sus equipos informáticos?

¿Hemos pensado donde esta registrada toda esa información? ¿Hemos pensado que toda la información y datos que guardamos y accedemos desde nuestro ordenador, tablet, móvil... están almacenados en grandes servidores, en los grandes ordenadores de las ¨granjas¨ de ordenadores, más conocidos (por ser más políticamente correcto) como ¨Centros de Datos¨? Uno de ellos el de AWS en Huesca.

La denominada y conocida como ¨Nube¨, o la ¨Nube de Internet¨ no es ningún espacio físico, ni entidad propia, no se encuentra en el cielo… se encuentra en la tierra, y se trata de una ¨monstruosa¨ (por enorme) Red de servidores ubicados y distribuidos por todo el mundo. Conectados a remoto para funcionar como un único ecosistema.

En los Data Center o Centro de Datos, se encuentran los grandes servidores de las importantes compañías Microsoft, Amazon, Google, Facebook… Y este enorme ecosistema, estos grandes ¨almacenes¨, buscan buena conectividad, prefieren temperaturas bajas, demandan y consumen mucha electricidad, mucha agua… Con el consiguiente impacto en las emisiones de CO2, en la  Huella de Carbono, en la contaminación…

A la vista de estos datos, podemos determinar que el concepto basura digital hace referencia a todos los datos que se almacenan en los servidores de manera innecesaria, pero real. Las fotos antiguas, los mensajes innecesarios, los emails de publicidad, las descargas de internet… toda esta actividad genera emisiones que contaminan el planeta.

Según Ana Millán, directora de la Fundación Accenture, 100 emails contaminan igual que 125 bombillas. Otros expertos ofrecen datos similares, alguno que apuesta por la descarbonización afirma que media hora de visionado de un vídeo en internet genera 1,6 kg de CO2.

Unos datos ¿Se imaginan cuantas búsquedas se realizan en Google? Se aproximan a las 100.000 por segundo. Poniendo en contexto y cuantificando, representan 6 millones de consultas por minuto, unos 360 millones por hora, 8.640 millones al día, 3,15 billones al año. (La media por persona, se cuantifica en 5 búsqueda diarias).

Si vamos sumando, a Instagram, se suben unos 1.300 millones de fotos al día. En X, se publican más de 500 millones de tuits diarios. En Facebook, 350 millones, en YouTube, 216 millones, en TikTok, más de 23 millones. … No me olvido de la más utilizada, la aplicación WhatsApp, que registra más de 60.000 millones de mensajes diarios. Y suma y sigue. Convendrán conmigo que esto genera un gran costo y la consiguiente contaminación.

A esta basura ¨invisible¨ hay que sumar la basura ¨visible¨, la física. Hoy existe una gran tendencia a la renovación casi continua de nuestros equipos. Generando nueva chatarra, nuevos desechos, nuevos residuos, informáticos, electrónicos, tecnológicos… Y a estos hay que sumar los componentes averiados y obsoletos de muchos electrodomésticos. Hoy día están dotados de elementos digitales, que hace que haya que tenerlos en cuenta.

Con todo este conjunto de utensilios, aparatos, elementos…. algo habrá que hacer. Mercados de segunda mano, repararlos, reutilizarlos en países menos desarrollados, promover la economía circular, reciclar y reciclar, convertirlo en arte… en definitiva buscar un nuevo aprovechamiento y una mayor vida útil. Un hecho resaltable, en el Centro de Datos de AWS en Huesca, van a reutilizar el caudal de agua que necesitan.

No pretendo ¨denunciar¨ esta actividad/industria económica y social, (no me considero tan ¨woke¨), el progreso no se puede parar. Pero me daría por satisfecho si alguno de los lectores, y cada uno con su responsabilidad individual, se concienciara y tomara las medidas básicas, por ejemplo, eliminar lo prescindible y guardar sólo lo imprescindible. Y una mayor educación y sensibilidad al respecto, mentalizarnos en la necesidad de asumir el hábito de una limpieza digital y tecnológica. 

                                                                                                                            Miguel Ángel Otín Lloro



viernes, 3 de enero de 2025

IA Generativa



   IA GENERATIVA

¿Será el 2025 el año de la consolidación de la Inteligencia Artificial IA?. ¿Y de la IA Generativa IAG? Sin duda, la IA y la IAG formarán parte de nuestra vida, modificarán muchas actividades empresariales, y por supuesto las competencias y habilidades para el empleo. La evidencia es que todos los caminos de la innovación , llevan a la inteligencia artificial. Al igual que lo hicieron otras disrupciones, hoy la IA protagoniza el foco innovador en el mundo. Estamos inmersos en la quinta revolución industrial.

Vaya por delante que no soy técnico, ni experto en tecnología. Pero si, una persona inquieta y preocupada por conocer aspectos básicos de la tecnología, por la incidencia e impacto que tendrán en nuestra vida y en la sociedad. Ha pasado bastante tiempo y mucha evolución desde octubre del 2017, fecha en la que escribí mi primer articulo sobre la IA (consecuencia de mí último viaje a San Francisco), y exponía: Se define a la IA, como “los procesos de simulación de la inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente mediante sistemas informáticos”. Estos procesos incluyen el aprendizaje, el razonamiento y la auto corrección.

En julio 2019, volví a poner el foco en este tema, y decía: ¨término general que describe todo aquello que permite a los ordenadores desarrollar comportamientos similares al humano¨. No obstante la IA, se popularizó a finales del 2022 con la aparición de la plataforma Chat GPT. Hablar de IA, es hablar de algoritmos y de datos. De ¨aprendizajes automáticos¨ y de ¨elementos subordinados¨, en el que las máquinas utilizan algoritmos para identificar y aprender patrones a partir de datos, aplicar lo aprendido y progresar de forma autónoma para la toma de decisiones.

Un paso más es el ¨aprendizaje profundo¨, ¨elemento subordinado¨ del anterior, en el que los ordenadores aprenden imitando al cerebro humano y acumulan capas de conocimiento, se entrenan con datos y los utilizan. Estos avances, procesos, protocolos han permitido el nacimiento y desarrollo de la IA Generativa, IAG, variante/modalidad de la IA que además entiende lenguajes, textos, códigos, imágenes, sonido y vídeo, generando nuevos contenidos, más completos y de alta calidad.

La IA Generativa surgió con el propósito de simular los procesos de pensamiento humano y potencia que las máquinas entiendan e interactúen mediante lenguaje, sonido e imagen. No olvidemos que las máquinas ¨aprenden¨ a tomar decisiones. La IAG podrá aplicarse en todos los campos o sectores. Sus múltiples aplicaciones se van integrando en muchas empresas y en muchos sectores, como el financiero y seguros, salud, educación, marketing, redes neuronales… A modo de ¨mancha de aceite¨ se implantará en todas las actividades empresariales, mercantiles y de investigación. 

Un dato, en 2023 sólo lo utilizaban de media un 5% de las empresas. Hoy, el porcentaje de empresas españolas que tienen integrada la IA en sus sistemas, va desde el 12% en micro pymes, al 25% en las pymes y más del 60% en las grandes. Y por sectores también es muy amplio y diverso. Según la consultora Gartner, más del 80% de las empresas a nivel global utilizará en 2026 aplicaciones de IA.

Exponía al principio, que sin duda la IA y la IAG, modificarán las competencias y transformarán las exigencias de los puestos de trabajo. El nuevo empleo digital, demandará nueva educación y formación digital. De entrada, permitirá automatizar tareas rutinarias permitiendo a los trabajadores dedicarse a otras que aporten mayor valor. El porcentaje de  empleados que la utiliza ha crecido en corto espacio de tiempo del 30% al 60%. De estos, la gran mayoría están satisfechos, les facilita el trabajo y les hace ser más eficaces y productivos.

¿Se está preparados para formar a los profesionales que la IA va a necesitar? Existe mucha información y formación sobre la IA aplicada a las empresas. Pero… ¿La universidad y centros formativos están adecuando sus programas formativos? Se valorará más la creatividad y la comunicación que el conocimiento. Reitero, que se van a generar nuevas oportunidades de empleo, y por supuesto que los nuevos puestos serán en trabajos que aporten valor añadido. Serán necesarios profesionales que sepan “hablar con las máquinas”, en la misma medida que muchas profesiones de las actuales están en la via de la desaparición. Estar al día en estos temas, es fundamental.

Relacionado con el empleo, en el Congreso de Tecnologías Emergentes, celebrado recientemente en P.T. Walqa, pude escuchar frases como estas: ¨La IA, no reemplazará a las personas, pero las personas que la utilicen reemplazarán a aquellas que no lo hagan¨. ¨Se espera que surjan nuevos roles gracias a la complementariedad de la IA, permitiendo la creación de servicios innovadores y nuevas oportunidades laborales¨. ¨En 2030, el 30% de las horas trabajadas actualmente podrán ser sustituidas por una IA¨. Y relacionado con la salud: ¨Se está inmersos en un proceso de transformación digital. La IA, permitirá trabajar en las 4 P, predictiva, preventiva, personalizada y participativa¨.

Los avances en las capacidades de la IA deben ir acompañados de avances en seguridad, en ciberseguridad. Es inevitable la normativa y regulación, pero con ¨inteligencia¨, no poniendo puertas al campo. Habrá que dedicar mucha atención a las aplicaciones que usan los jóvenes. Y para finalizar, hago uso de esta frase del doctor Carlos López Otín, que me encanta:  "Utilicemos la IA todo lo que podamos, y más, pero sigamos siendo humanos".

   Miguel Angel OTIN LLORO