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domingo, 29 de enero de 2023

Del happytalismo al realismo



DEL HAPPYTALISMO AL REALISMO

El artículo anterior sobre felicidad y economía, me hizo estar optimista, pero la realidad es muy tozuda, y este, me rebaja el nivel de optimismo. Alguien dice que un pesimista es un realista informado. Asimismo, expuse que dudaba Bután siguiera como el país más feliz del mundo, y que España ocupara el puesto 23 del Índice Global de Felicidad. 

Pues…la realidad es que Bután, al pasar de medir sólo los aspectos cualitativos, (educación, sanidad y cultura) a valorar e incluir aspectos económicos, resulta que ha descendido al puesto 97. Y España, al puesto 29.

¿Tienen curiosidad por conocer que país ocupa el puesto número 1, del citado I.G.F.? Finlandia. Y otros países nórdicos le secundan, Dinamarca e Islandia. Casualmente siguen en el ranking países europeos, Suiza, Holanda, Luxemburgo, Suecia, Noruega. Completan el Top10, Israel y Nueva Zelanda. Cierran la lista, Ruanda, Zimbabue, Líbano y Afganistán.

Me hace estar pesimista, hechos, circunstancias y/o noticias, como que el gobierno español ya gasta más en pagar por los intereses de la Deuda pública, que en la partida que destina a Servicios públicos básicos. Para hacernos una idea aproximada de la magnitud o dimensión de estos servicios públicos, exponer que se componen de capítulos de Justicia, Defensa, Seguridad ciudadana e Instituciones Penitenciarias, y Política Exterior y Cooperación para el Desarrollo.

La previsión del gobierno para la cifra que tendrá que destinar a pagar los intereses de la Deuda, es de 32.000 millones, que a la vista de la evolución de los tipos de interés, seguro se quedará corta. No quitemos el foco del montante de la Deuda pública, que ha superado los 1,5 millones de euros. Determinadas informaciones, indican que realmente supera los 2 billones. ¡Calculen!

Me hace estar pesimista, que la deuda de la Seguridad Social ha superado los 100.000 millones. Concretamente, ha alcanzado la cifra de 106.000 millones. Esta deuda se ha triplicado desde 2018.Endeudamiento, consecuencia de la ¨nómina¨ anual por el pago de pensiones, que este 2023 ascenderá a 190.000 millones. Para ponerlo en contexto, el costo de la Sanidad Pública supone 75.000 millones. Y el costo de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y la Guardia Civil, suma 27.000 millones.

Me hace estar pesimista, el elevado importe que se destinan al pago de las prestaciones por Desempleo más de 21.000 millones, y que el pago de Subsidios se ha visto muy incrementado. Pero tampoco perdamos el foco sobre el porcentaje de la población en riesgo de pobreza, que supera el 22%  

Me hace estar pesimista, que los españoles somos más pobres y con menos esperanza de futuro. La realidad es que la riqueza de los españoles ha caído, el PIB per cápita se sitúa en torno a los 29.000 euros, habiéndose retrocedido a niveles del 2017. Nos estamos alejando de un ciudadano medio de la Unión Europea.

Y por supuesto con incremento de la recaudación fiscal. Según datos del informe anual sobre ingresos fiscales, la presión fiscal española estuvo en el 38,5% el año 2021, frente al 37% que arrojó el país en el año 2020. Con este porcentaje, supera la media de la OCDE que se situó en el 34%. Si se hace una comparativa por países, de los 36 de los que se disponen datos, España estaría en sexta posición por porcentaje de presión fiscal.

El año 2022 se convirtió en el año con mayor volumen de ingresos tributarios del Estado. Según la Agencia Tributaria, el crecimiento de ingresos fiscales superó el 18%. Debido a la inflación e incremento de precios, a final de octubre ya se había superado la recaudación del año anterior. A 224.000 millones de euros, ascendía la recaudación al mes de octubre. 

Recientemente se ha celebrado el Foro Económico Mundial de Davos, y una de las declaraciones que más han trascendido, es la preocupación de muchos países, por ¨un accidente¨ de la Deuda Pública. Problema que afecta los países más endeudados, entre ellos España, temiendo una ¨tormenta¨ con la Deuda y en consecuencia el temor de que los mercados dejen de financiar a un Estado, en base a la posibilidad de que sea insostenible. ¿Quién en su familia o en su empresa lo permitiría? ¡Pero... eso es otra historia!

Miguel Angel OTIN LLORO





viernes, 13 de enero de 2023

Felicidad y economía


FELICIDAD y ECONOMIA

Acabamos de pasar unas fiestas, dónde uno de los principales deseos que nos transmitimos entre nuestros familiares, amigos, conocidos y compañeros, es el deseo de felicidad. 


Una definición de felicidad que me parece acertada desde el punto de vista económico, es: Analizar la evaluación de la vida en su conjunto (satisfacción vital) y las emociones que surgen en el día a día (bienestar emocional). En consecuencia, el objetivo de las políticas económicas debería ser el de procurar, favorecer y a ser posible obtener, el bienestar y la felicidad de los ciudadanos. Este objetivo tendría que ser el centro de cualquier análisis y por supuesto de cualquier medida que se tome desde las Administraciones. ¿Parámetros o Indicadores, que deberían contemplarse? El que cada uno de ustedes considere.
 

¿El dinero da la felicidad? Son muchas las frases a las que podemos aludir. ¨El dinero no da la felicidad…del que no lo tiene¨. ¨El dinero no da la felicidad, pero calma los nervios¨. ¨El dinero no da la felicidad, pero su falta produce infelicidad¨.  ¨El dinero, no da la felicidad...pero es necesario¨. Nos guste o no, es como ¨la sangre al cuerpo¨. Y así, seguro conocen muchas más. Y una buena pregunta ¿Cuánto dinero necesitamos para ser felices? Encontraríamos tantas respuestas como personas se hagan la pregunta.

 

Comparto el planteamiento del experto financiero Luis Ignacio Fernández Irigoyen, compañero del Grupo de Facebook ¨Amigos de Luis Ferruz¨,  que en un programa de Aragón TV expuso su criterio de la importancia de unir dinero y felicidad a objetivos financieros. Que la capacidad de generar recursos económicos para lograr objetivos previos, tales cómo la compra de coche, estudios de hijos, entrada para adquisición vivienda, jubilación…es lo que nos producirá felicidad económica.

 

Cambiando de tercio, el país que lleva la fama de ser el más feliz del mundo, es Bután. El pequeño reino asiático en 1972 cambió el concepto y paradigma P.I.B. (el universalmente utilizado producto interior bruto) por F.I.B. (felicidad interior bruta). Como estado, se propuso un reto novedoso (y sorprendente), proponiendo su rey una forma de pensamiento distinto.

 

Creando y utilizando como medida de la fuente de riqueza del país, el indicador de felicidad de sus habitantes, abandonaron el aspecto cuantitativo, adaptando un modelo cualitativo, y calificando su felicidad y bienestar. Valoraban 180 puntos sobre 9 aspectos, principalmente cultura, salud y educación. Posteriormente observaron que la muestra era incompleta e integraron el aspecto económico. Nuestra nación ocupaba el puesto 23 de esta clasificación de países ¨felices¨. Dudo, que Bután siga ocupando el primer puesto y España el 23. 

Conocen mi interés por el mundo de la empresa. En alguna ocasión he manifestado mi opinión de la conveniencia de crear en determinadas empresas el Departamento de Felicidad. ¿Hacen algo, o que protocolo tienen las empresas para mejorar el bienestar de las personas que conforman sus equipos? Empleados felices, hacen mejor a las empresas. ¿Alguien duda de que la felicidad incrementa la competitividad de las empresas?

Recientemente se ha presentado en diversas ciudades, y más en concreto en Zaragoza, el Festival Mundial de la Felicidad. Contó con la presencia de representantes del gobierno de Aragón y de directivos del sector empresarial. Este festival, es reconocido como el foro más importante del mundo, con expertos en bienestar y felicidad, líderes de opinión y agentes de cambio (me encanta este oficio).

El día 20 de marzo, es el día declarado (en el 2012) por la ONU, como el Día Internacional de la Felicidad. En nuestra Comunidad, están programadas para esa fecha, diversas actividades y eventos para celebrarlo, organizado por la Fundación Mundial de la Felicidad. Con temáticas relacionadas con el bienestar en el trabajo, con las nuevas tecnologías del bienestar, con la educación y el desarrollo personal, con el impacto social, con la salud mental, la música, el arte, la cultura, la gastronomía, con el mindfulness, e incluso con las políticas públicas.

La Fundación World Happiness o Fundación Mundial de la Felicidad, la creadora de toda esta parafernalia, es una organización internacional (sin ánimo de lucro y desconozco su fuente de recursos). Con sede en Miami y delegación en España, sus objetivos son promover un mundo donde las personas seamos más felices. ¡Uuff…cuanto trabajo!

¿La felicidad y la economía, binomio inseparable? Posiblemente el dinero no hace, no da la felicidad. Pero demostrado es que las crisis económicas y los fracasos generan muchas faltas de felicidad. Comparto el concepto, que ser rico o ser pobre es una circunstancia, un hábito y un estilo de vida. Es la mente la que te hace feliz o infeliz, el dinero es un amplificador que actúa aumentando lo que somos.

Como el concepto felicidad es muy relativo, y no quiero compararme con nadie, si no alcanzo la felicidad con el dinero, me conformaría con poder mantener el estado del bienestar. Y termino con una recomendación para todos aquellos que no son precisamente amigos de los anglicismos, vayan familiarizándose con el nuevo concepto y definición de la felicidad…¨happytalismo¨.

Miguel Angel OTIN LLORO